domingo, 26 de abril de 2009

Palabras de la Presidenta en almuerzo en honor al Presidente brasileño


PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ, EN EL ALMUERZO DE ESTADO OFRECIDO EN HONOR DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA FEDERATIVA DE BRASIL, LUIZ InáCIO LULA DA SILVA.
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Casi tendría que decir buenas tardes por la hora, pero como no hemos almorzado aún, muy buenos días a todos y a todas.
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Bienvenido a la República Argentina querido amigo y compañero Presidente del Brasil, Inacio Lula da Silva, y a toda la comitiva que lo acompaña.
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.Realmente ha sido la de hoy una reunión muy fructífera y que pone de manifiesto, una vez más, este excepcional período de amistad, de trabajo y de logros entre ambos países inédito e impensable años atrás cuando equivocadamente, a mi criterio, se privilegiaron relaciones por afuera de la región, por afuera del hemisferio cuando, en realidad, estaba y está entre nosotros mismos como región la clave para resolver nuestros propios problemas y, tal vez, en este mundo contemporáneo más que nunca, se visualiza el acertado de haber perseverado en este camino de asociación e integración que es el MERCOSUR, que también se reconoce en la UNASUR, una región que va a tener en este siglo XXI, no tengo dudas, un peso específico también impensable e inédito unas décadas atrás.
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Tal vez lo único triste es que no sea por nuestros aciertos la importancia que estamos adquiriendo y que vamos a adquirir, sino que sea porque se equivocaron los otros y porque equivocaron el camino, y entonces hoy surge con mucha fuerza la necesidad de profundizar esta integración también como una de las formas de solucionar los avatares que esta crisis sin precedentes está trayendo al mundo.
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.Lo importante es señalar que nuestras economías, que han aportado las dos terceras partes del crecimiento de los últimos diez años de la actividad económica, estaban en el rumbo cierto, estaban en el camino de la producción, estaban en el camino de la generación del trabajo, estaban en el camino de agregar valor a nuestros productos porque estamos convencidos y lo hemos afirmado siempre, que la riqueza no genera riqueza, sino que es el trabajo el que genera la riqueza.
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.Y precisamente por esta concepción es que hoy hemos acordado con el señor Presidente del Brasil, entre otros temas que hacen a la relación bilateral, una solicitud que también enviamos al titular, al último anfitrión del G-20, el Primer Ministro inglés Gordon Brown, para incorporar a la OIT precisamente a los debates del G-20. (APLAUSOS)
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La verdad es que en las últimas dos reuniones, yo no sé si vos, Lula, pensarás lo mismo que yo, pero escuchamos el lamento de financistas y de la crisis financiera y de los bancos sin perder de vista lo importante de la reconstrucción del sistema financiero.
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Esto sabemos que va a requerir tiempo y confianza.
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Si de algo tenemos experiencia los argentinos, es que de las crisis financieras no se sale de un día para el otro, porque son cosas que, no solamente tienen que ver con elementos económicos, sino también con elementos de confianza, que es el elemento indispensable para que un depositante vaya, deje su dinero en el banco y crea que se lo van a devolver.
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Esto es lo que está en crisis hoy en el mundo, es una crisis de confianza en un sistema financiero internacional al cual se lo está dotando permanentemente de liquidez sin que esa liquidez se transfiera a los verdaderos actores de la economía que son las empresas, los empresarios y sus trabajadores, justamente los encargados de volver a reproducir el circuito virtuoso de la economía.
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Por eso he sostenido en el G-20 que el papel de los Estados en esta etapa va a ser fundamental, no para volver a modelos de estatización que por ahí hace que a algunos les surja un poco de alergia o se les brote la piel, no, sino simplemente porque lo único que han quedado parados en medio de la crisis han sido los Estados y ellos son los que pueden inyectar liquidez a la economía real para volver a reconstruir el circuito.
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Por una razón sencilla, como lo decíamos también hoy en la reunión que mantuvimos con los equipos de ambos países, porque los bancos líquidos se sientan sobre la liquidez por temor a caer o a tener algún problema de no poder hacer frente a las obligaciones de sus depositantes, entonces, las tasas son altas y no hay liquidez para la empresa, para la economía real.
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Por lo tanto, el que tiene que ir ahí entonces es indiscutiblemente el Estado para volver a dotar a esa economía real de vida, de financiamiento y que sea generadora de trabajo y además permita conservar a sus empleados, porque si aumenta el número de desempleados se carece de elementos para el consumo y si no hay consumo no hay producción.
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Y entonces parece como aquello viejo si el huevo o la gallina.
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Yo pienso que el capitalismo es producción, consumo y financiamiento obviamente, pero fundamentalmente el crédito está cortado y entonces es el Estado el que tiene que sustituir esa tercera pata fundamental en todo el proceso económico, que es el crédito.
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Por eso estamos reunidos hoy aquí porque estamos absolutamente convencidos que es la producción y el trabajo lo que precisamente va a generar la recomposición de nuestras economías.
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Por eso creemos que, algunas cuestiones que hemos visto publicadas, en el día de ayer, en cuanto a pronósticos curiosos sobre las economías de nuestras regiones; nos hubiera gustado que pronosticaran lo que está pasando.
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Digo que hay algunos organismos que son como los diarios del lunes, que te cuentan los resultados del partido, después que jugaron los jugadores, lo importante es que alguien pudiera decirte antes del partido cómo va a salir, si vamos a perder, si vamos a ganar y qué rol va a cumplir cada uno porque en realidad contarnos el resultado del partido el día lunes ya todos lo vimos.
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Creo que fundamentalmente algunos pronósticos que sin ningún tipo de consistencia porque están los números claros y concretos de nuestro país también, sobre todo en el primer trimestre, me hacen pensar en aquella fábula, que algunos atribuyen a Esopo, otros dicen que es de origen africano:
la de la rana y el escorpión.
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¿Se acuerdan?
Para el que no la conoce, Lula había una ranita que quería cruzar el río y un escorpión tambièn quería hacerlo, pero no podía y fue y le pidió ayuda a la ranita para que lo cruzara.
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Él se subía al lomo de la ranita y esta nadaba y cruzaba el río.
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La ranita muy amablemente le dijo que sí, se sube el escorpión y cuando va la rana nadando en el medio del río, el escorpión le clave el aguijón, se muere la rana, pero tambièn se hunde y se muere el escorpión.
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La moraleja es que el escorpión no podía hacer otra cosa, porque estaba en su naturaleza. Algunos organismos internacionales parecen el escorpión de la fábula de la rana y el escorpión. (APLAUSOS).
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Se me ha dado por la fábula, me parece que es un género más ameno y más amable a la hora del almuerzo que comenzar en un discurso encendido y que algunos seguramente, mañana, tacharían de ideológico.
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Pero aquí estamos argentinos y brasileros con la virtud y el handicap de haber aceptado en las políticas empleadas, que nos permitieron hacer un crecimiento inédito para ambos países.
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La argentina en estos casi seis años, ha completado el crecimiento económico más importante de sus 200 años de historia contra todos los pronósticos de uno de los actores de la fábula, donde siempre nos pronosticaban que al año siguiente se caían, también sorteando muchas veces obstáculos de carácter interno, donde durante casi 6 años también nos han venido anunciando el blockout o que venía un "veranito", en esta suerte de modalidad cangrejo, ir siempre en todo para atrás.
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Yo ya he dicho que nosotros los argentinos no tenemos vocación ni de escorpión ni de cangrejos, queremos ir para adelante, pero además queremos hacerlo junto a usted señor Presidente del Brasil y junto a todos los hermanos del Brasil, empresarios y trabajadores porque sabemos precisamente que en esa unidad regional, en esa complementariedad económica y en esa concepción política está la puerta de salida de una crisis, que otros han creado, pero que nosotros vamos a superar.
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Muchas gracias y tengan todos ustedes muy buenos días. (APLAUSOS).
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